Para el país es imperativo mirar con cautela los nuevos riesgos de la era pospandemia. El contexto internacional eleva los costos de fondeo y limita la liquidez, generando un efecto en cadena al desacelerar las ventas, el crédito y, de esta manera, frenar las expectativas favorables que ya eran parte de la recuperación.
El mundo pospandemia enfrenta un nuevo desafío. La inflación persistente pone a prueba la resiliencia de las economías. La pérdida en el poder adquisitivo de los hogares y empresas disminuyen su bienestar y afectan las expectativas de desarrollo de los países. Según el Banco Mundial (2023), este panorama desacelerará el ritmo de crecimiento económico para el año 2023, del 3,0 % pronosticado en julio 2022, al 1,7 %.
Ante este panorama, los bancos centrales del mundo —tanto economías desarrolladas como emergentes— han aumentado consistentemente sus tasas de interés de política monetaria a partir del primer semestre de 2022 (ver gráficos 1 y 2 en versión descargable). Tras estas decisiones, los retos actuales se atan a las condiciones financieras mundiales, que son cada vez más restrictivas, y a la tendencia alcista de los precios ante un conflicto internacional sin precedentes.
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, anunció que hará lo necesario para poner fin a la elevada inflación, tras masivos estímulos monetarios para contener los efectos de la pandemia. El desafío es que quizá los anuncios y acciones no sean suficientes para evitar una recesión. La tasa de interés de la Reserva Federal FED de Estados Unidos se incrementó en 8 ocasiones consecutivas a partir de marzo 2022, alcanzando al valor de 4,75 % a enero 2023. Analistas económicos y organismos internacionales avizoran que las tasas referenciales altas podrían tener una duración de al menos 3 años.
Para Ecuador, la coyuntura internacional conlleva implicaciones principalmente en la posibilidad de volver a los mercados internacionales, así como atraer recursos de financiamiento desde el sector público y privado. En particular, para el sector financiero privado, el contexto internacional y la normativa local resultan incompatibles. El estrechamiento de las condiciones financieras —locales y globales— se está traduciendo en tasas de interés más altas en el mundo; sin embargo, en el país existen máximos legales a las tasas de interés que impiden que estas se ajusten a la nueva realidad de la oferta y demanda, lo cual se vuelve una amenaza para el ritmo de crecimiento del crédito y la inclusión financiera.
Contexto internacional amenaza el ritmo de crecimiento del crédito
En 2022, de acuerdo con las cifras del Banco Central del Ecuador, los nuevos créditos otorgados por el sector bancario alcanzaron una cifra récord de USD 29 924 millones, lo que representa un crecimiento del 18 % con respecto al 2021 (USD 4373 millones adicionales). A pesar del desafiante contexto internacional, el crecimiento del crédito continuó para impulsar la economía a través de los encadenamientos productivos que genera el financiamiento formal.
De estos nuevos créditos entregados por los bancos, el 73 % fue entregado a sectores productivos (USD 21 976 millones) mientras que el 27 % restante se dirigió al consumo (USD 7948 millones). Se destaca el crecimiento del segmento productivo, pues en 2022 creció anualmente 23 %, alcanzando la cifra de USD 18 757 millones. Del mismo modo, el microcrédito incrementó 15 % con respecto a 2021, llegando así a USD 2436 millones.
Aunque estas cifras demuestran un crecimiento récord en la entrega de créditos, existe una desaceleración en el incremento del número de operaciones. Durante el 2022, el número de nuevas operaciones de crédito otorgadas fue de 7,6 millones, representando un crecimiento anual de 10 % (700 000 operaciones más), mientras el monto de nuevos créditos creció 18 %. Estos datos reflejan mayor crédito, pero en menos manos, a raíz de medidas, como el control de precios que se reflejan en los techos de las tasas de interés, lo cual genera exclusión financiera.
Tasa FED y financiamiento
Los recursos que consiguen los bancos privados en el exterior han sido clave para el crecimiento del crédito. Desde el inicio de la pandemia, los bancos consiguieron USD 1415 millones de fondeo internacional para apoyar actividades productivas, negocios liderados por mujeres y proyectos sostenibles. Mientras la tasa FED mantuvo niveles bajos —cercanos a cero—, la banca privada pudo canalizar líneas de financiamiento internacional, lo cual permitió mantener el ritmo de las colocaciones y tener un buen desempeño pese a que la actividad económica presentó un estancamiento a causa de la pandemia.
Ante la coyuntura actual, el aumento de la tasa de interés por parte de la FED afecta directamente el costo de fondeo para Ecuador, ya que esto incrementa el costo de financiamiento externo y, como consecuencia, empuja al alza a la tasa activa.
La existencia de techos de tasas de interés en Ecuador distorsiona el mercado crediticio, promoviendo la exclusión financiera, que afecta principalmente a los más vulnerables. Esto se puede ver reflejado en el acceso al crédito formal. Según el Global Findex (2021), en Ecuador 2 de cada 10 personas tienen un crédito en el sistema financiero formal (23 %). Esta realidad deja a la mayor parte de personas expuestas a un mercado informal que tiene tasas de interés superiores al 1200 % (Equifax, 2021).
Para el país es imperativo mirar con cautela los nuevos riesgos de la era pospandemia. El contexto internacional eleva los costos de fondeo y limita la liquidez, generando un efecto en cadena al desacelerar las ventas, el crédito y, de esta manera, frenar las expectativas favorables que ya eran parte de la recuperación.
A esto se suma una normativa que no permite que el sector financiero refleje la dinámica de los mercados mediante controles absolutos, tanto a tasas de interés como tarifas.
Es imperativo caminar en la senda de la recuperación para el país, permitiendo que el crédito se siga canalizando a los sectores que más lo requieren, que lleguen dólares desde el mercado internacional, y que la normativa se apegue a los estándares internacionales. Sin duda, la aplicación de ajustes para reflejar el contexto internacional en el mercado crediticio permitirá que el flujo de nuevos créditos se mantenga al alza, así como las oportunidades de que más dólares lleguen del exterior.
Referencias bibliográficas
Banco Mundial (2021, 2023).
Banco Central del Ecuador (2022).
Equifax (2021).

LA AUTORA
Andrea Villarreal Ojeda es máster en Administración Pública en Economía y Políticas Públicas por The London School of Economics and Political Science (LSE), máster en Finanzas y Gestión de Riesgos por la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), especialista superior en Finanzas (UASB) y economista por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Actualmente es directora del Departamento Económico en la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ASOBANCA) y profesora de Macroeconomía y Entorno Económico del IDE Business School.