El crédito da acceso hoy a liquidez futura para destinarlo a consumo o actividades productivas y multiplicar nuestro bienestar y la circulación de dinero en la economía.

Según Yuval Noah Harari (2011), el crédito –que significa creer o confiar– no es más que el cambio de una riqueza futura por una riqueza presente que nos permite construir el día a día a expensas del futuro. Las oportunidades que abre un crédito son innumerables, ya que permite acceder hoy a liquidez futura para destinarlo a consumo o actividades productivas y, de esta forma, multiplicar nuestro bienestar y la circulación de dinero en la economía.

En Ecuador, el crédito es uno de los principales dinamizadores de crecimiento económico (BCE, 2022). No solo permite a las empresas e individuos realizar pagos, compras, inversiones y potenciar sus negocios y emprendimientos, sino que es un catalizador de nuevas oportunidades. Cuando el financiamiento es limitado, se restringen las posibilidades de crecimiento de una economía (BCRP, 2019).

El efecto potenciador del crédito se evidencia en su crecimiento, en el destino y en el análisis de a quiénes se otorga. Por el lado del crédito de consumo, este es importante para los hogares porque tiene la finalidad de facilitar compras de bienes y servicios que las familias demandan en el día a día. Asimismo, el crédito de vivienda permite a las familias alcanzar su meta de vivir en un lugar propio. Las empresas pueden, mediante el crédito, ampliar su producción, invertir y crecer más. Todos estos créditos impulsan la cadena productiva y la economía en su conjunto, en la medida que tienen un efecto multiplicador.

Además, el acceso a crédito significa una mayor inclusión financiera. En Ecuador, el 77 % de la población no tiene acceso a un crédito formal (Banco Mundial, 2022), lo que significa que se encuentra a expensas del mercado informal de crédito, el cual genera afectaciones a la población por constituir una carga a sus actividades económicas, cobrando tasas superiores al 1200 % anual (Equifax, 2021) y riesgos, tales como seguridad. Es por esta razón que la evolución de nuevos créditos y el aumento de número de personas y empresas que acceden se vuelve fundamental.

Del total de nuevos créditos otorgados en los primeros seis meses del año por la banca privada, el 15 % se destinó al consumo, mientras que el 85 % de los nuevos créditos se destinaron a sectores productivos (microcrédito, crédito PYME, corporativo, empresarial y vivienda), siendo clave para el fortalecimiento y la reactivación productiva y económica del país.

De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC, 2020), al 2020, de cada 10 empresas en Ecuador, 9 son microempresas. Estas pequeñas empresas, por lo general de trabajadores independientes o de negocios propios y de ingresos no constantes, demandan la necesidad de financiamiento. Y es precisamente por esta razón que, en momentos de recuperación económica, este tipo de crédito se vuelve vital. En el primer semestre de 2022 el microcrédito es el de mayor crecimiento anual (29 %) con USD 1180 millones entregados desde el sector bancario.

Nuevos créditos entregados a personas naturales

Durante los primeros seis meses de 2022, los bancos privados colocaron USD 4673 millones a 550 562 personas naturales, lo cual representa un crecimiento del 30 % anual. Si bien, en cuanto a personas, el segmento de consumo tiene una participación importante (49 % del total), el 51 % de la colocación de crédito solicitado por individuos se dirigió a sectores productivos.

Sobre el microcrédito entregado a personas, la banca privada otorgó estos créditos a 231 861 personas (20 276 personas más que en 2021) por USD 1171 millones (29 % más que en 2021) en 266 196 operaciones (8 % más que en 2021).

Al realizar un análisis por género, destaca que el microcrédito se destina principalmente a mujeres: 6 de cada 10 operaciones de microcrédito se otorgan a mujeres, esto es el 54 % del total del monto otorgado en 2021 –USD 107 millones más que a los hombres–. Según ONU Mujeres (2012), el crédito en manos de mujeres tiene un efecto potenciador más amplio en la economía, ya que traslada a mayores recursos para su familia, lo cual se traduce en bienestar y más beneficios. Un crédito en manos de una mujer la convierte en protagonista de su cambio y el de su familia (ver gráfico 1 en versión descargable).

Los nuevos microcréditos por rango de edad se concentran en personas con edades entre los 26 a 45 años, representando el 53 % de las operaciones totales y siendo las mujeres de este grupo etario a quienes más operaciones de microcrédito se les destina con 78 405 operaciones, a diferencia de los hombres quienes recibieron 51 523 operaciones (ver gráfico 2 en versión descargable).

Nuevos créditos entregados a empresas

En la búsqueda de apoyar continuamente la reactivación económica sostenida, la banca privada ha destinado el otorgamiento de crédito al sector productivo, compuesto por 14 885 empresas grandes, medianas y pequeñas. Estas empresas se financian principalmente por créditos productivos y microcréditos, con el afán de fortalecer el empleo, la competitividad y el desarrollo económico.

El crédito empresarial, otorgado en los primeros seis meses del año, asciende a USD 10 358 millones, de los cuales 36 % se destinaron al sector de comercio, 22 % a manufactura y 15 % a agricultura. Estas tres actividades representan 33 % del PIB ecuatoriano, lo cual se traduce en mayor crecimiento económico para el país, como lo revelan las últimas cifras del BCE (2022) (ver gráfico 3 en versión descargable).

Asimismo, las empresas –que principalmente se financiaron por medio de la banca privada– se encuentran ubicadas en las provincias de Guayas, Pichincha, Azuay y Manabí que, en conjunto, representan el 87 % de los nuevos créditos en el primer semestre de 2022 (ver gráfico 4 en versión descargable).

Los ecuatorianos son buenos pagadores

Pese a la pandemia, que supuso desafíos para el cumplimiento de las obligaciones, a junio de 2022 se muestra una recuperación en la participación de ecuatorianos que cumplen puntualmente con el pago de créditos: entre junio de 2020 y junio de 2022, la proporción de los créditos con pagos incumplidos disminuyó del 6,4 % al 2,8 % (ver gráfico 5 en versión descargable).

Al hacer un análisis de personas por calificación de crédito, se muestra que las mujeres son mejores pagadoras que los hombres, incluso si el análisis se realiza por rangos etarios, como lo muestra la Tabla 1 (en versión descargable).

Al ser el crédito un sinónimo de confianza, el score crediticio calculado por Aval Buró refleja el comportamiento de pago de una persona o empresa. El puntaje se ubica entre 0 y 999 puntos. Cuando se pagan puntualmente las deudas, el score será más alto, cercano a 999 puntos. Mientras que, si no se pagan puntualmente, el score se deteriorará.

Como se ha observado, si bien el crédito contribuye a generar efectos multiplicadores en la economía ecuatoriana, también es importante analizar cómo se destinan estos recursos a cubrir las necesidades de familias y empresas, donde en los primeros seis meses del año destacan mujeres, microempresas, PYMES, emprendedores y personas con buen carácter de pago. El acceso a crédito permite que estos agentes potencien su impacto en sus sectores y, directa o indirectamente, en otras actividades económicas complementarias o interconectadas. Además, son canales formales que no vulneran los derechos de los receptores de crédito para evitar daños a su bienestar y patrimonio.

Referencias

Aval Buró y Asobanca (2022). Radiografía del crédito en Ecuador. Recuperado de: https://asobanca.org.ec/radiografia-del-credito/

Banco Central del Ecuador, BCE, (2022). Recuperado de: https://www.bce.fin.ec/index.php/boletines-de-prensa-archivo/item/1462-ecuador-registra-un-crecimiento-interanual-de-5-6-en-el-tercer-trimestre-de-2021

Banco Central de la República de Perú, BCRP, (2019). Importancia del crédito. Recuperado de: https://www.bcrp.gob.pe/docs/Proyeccion-Institucional/Concurso-Escolar/2009/Concurso-Escolar-2009-Material-1.pdf

Banco Mundial (2022). Visualizador Global Findex. Recuperado de: https://databank.bancomundial.org/Financial-Inclusion/id/7e9e6e6

Equifax (2021). Impacto del mercado financiero informal en Ecuador.

Harari, Y. N. (2011). Sapiens (19a ed. --.). Buenos Aires: Debate.

Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC (2021). Directorio de empresas y establecimientos 2020. Boletín técnico N0. 01-2021-DIEE.

ONU Mujeres (2012). Apoyando a las mujeres para convertirse en empresarias: la labor de una red de micro finanzas en Centro América y el Caribe. Recuperado de: https://www.unwomen.org/es/news/stories/2012/12/supporting-women-to-become-entrepreneurs-through-microfinance-in-central-america-and-the-caribbean

LOS AUTORES

Andrea Villarreal Ojeda es máster en Administración Pública en Economía y Políticas Públicas por The London School of Economics and Political Science (LSE), máster en Finanzas y Gestión de Riesgos por la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), especialista superior en Finanzas (UASB) y economista por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Actualmente es directora del Departamento Económico en la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (ASOBANCA) y profesora de Macroeconomía y Entorno Económico del IDE Business School.

Juan Sebastián Vela es economista por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Actualmente es analista económico en la Asociación de Bancos Privados del Ecuador.