Cómo una mujer puede conciliar exitosamente su vida profesional con su vida familiar es un tema que aún no se ha agotado. Este mix de roles, responsabilidades y metas puede ser intenso, pero no desalentador.
El tema sobre cómo una mujer puede conciliar exitosamente su vida profesional con su vida familiar aún no se ha agotado. Ni se agotará. Este mix de roles, responsabilidades y metas es intenso, pero a la vez gratificante. Soy esposa, trabajo, amo estudiar y soy madre desde hace un año. Los comentarios y percepciones del entorno me hacían pensar que este rol compartido era casi imposible. Pero tuve la oportunidad de participar hace poco en el evento “Estrategias para liderar la fuerza de trabajo del futuro - Mamás 4.0”, en el cual encontré muchas mujeres que viven las mismas realidades. Y eso fue refrescante y, sobre todo, motivador.
Una de las ponentes, Rania Anderson, decía que, si bien se necesitan sociedades más equitativas, es momento de que todos, tanto hombres como mujeres, nos cambiemos el chip y dejemos de esperar que otros creen leyes o normas que apoyen estas nuevas formas de trabajo. Somos nosotras las que debemos tomar estas acciones y marcar la diferencia. Simples acciones que llevadas a cabo en el día a día realmente pueden impactar.
- Detener la discriminación. Y esto puede comenzar con actos sencillos, como cambiar nuestra forma de hablar. Por ejemplo: sin un niño se cae y no llora, casi siempre se lo califica de “macho”, en lugar de llamarlo “valiente”.
- Alentar a otras a trabajar por resultados. Por ejemplo, demostrar que el teletrabajo puede ser tan exitoso y productivo como el tradicional. Si tenemos metas claras las vamos a cumplir.
- Si queremos un cambio real en temas de género, de apoyo laboral, de éxito al conciliar trabajo-familia, tenemos que ser parte de todas las iniciativas y proyectos que lo promuevan.
Según una encuesta reciente de la investigadora de mercados IPSOS, el 49,9% de la población en Ecuador está compuesta por mujeres y, de ese porcentaje, un tercio somos madres. Además, según el INEC, las mujeres conforman el 42% de la Población Económicamente Activa (PEA) Es decir, el trabajo de la mujer realmente incide en el desarrollo del PIB de la sociedad.
Sin embrago, aún hay muchos retos por delante. Sólo el 35% de las mujeres están en cargos de toma de decisión y 26% en cargos gerenciales. Y lo más duro: los hombres ganan, en un mismo cargo, 26% más que las mujeres.
Como mencionó Julia Helena Carrillo, Country Manager Ecuador de IPSOS, “el trabajo te hace ser lo que quieras ser en la vida” y muchas estarán de acuerdo que uno de los mejores trabajos es el de ser madre. Pero necesitamos crear espacios de trabajo más humanos, en donde se acepte que somos personas comprometidas, estamos preparadas y sabemos cumplir y disfrutar de cada uno de nuestros roles. Hay todavía un largo camino por recorrer, pero cada paso que damos sirve. La familia es el centro de la sociedad y no solo la fortalecemos en casa, sino desde todos los espacios en los que cada uno de sus miembros esté.

LA AUTORA
Gisela Montalvo Chedraui es Master en Administración de Empresas y Licenciada en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales por la Universidad Camilo José Cela de España. Actualmente es Directora de la Escuela de Gobierno del IDE.