Las finanzas no tienen sexo. Son universales e importantes para todas las personas, independientemente de la edad, género o estatus social. Sin embargo, las particulares situaciones que viven las mujeres requieren hacer algunos ajustes en su comportamiento con respecto al dinero. Por un lado, ellas desempeñan diferentes papeles en la sociedad actual, sean como madres, esposas, hijas, amas de casa, empresarias, profesionales, etc. Cada uno de estos roles suscita retos específicos desde el punto de vista financiero. Por otro, la tradicional crianza en una cultura machista (el hombre ha de ser el proveedor y la mujer ama de casa), unida a la creencia de que “siempre ha de verse bella” (con los costos que esto implica), provoca que -con frecuencia- la relación de las féminas con los asuntos monetarios no sea sana, ni sostenible a largo plazo.
Esta compleja situación exige que las mujeres deban prepararse a conciencia para afrontar cualquier emergencia que pueda producirse en el tiempo, sin que su estilo de vida sufra un impacto significativo. Como co-responsables de la unidad familiar, han de conocer las reglas financieras básicas que aseguran que el dinero no sea un problema más en esta ya de por si complicada realidad actual.
Decálogo de la buena salud financiera
La salud y el dinero son dos elementos necesarios para nuestro bienestar material. Mientras la medicina se preocupa por nuestra salud, las finanzas personales se ocupan de nuestro dinero. Las personas nos familiarizamos con las cuestiones monetarias a través de la educación financiera, que es el área de conocimiento especializada en ayudarnos a orientar las decisiones que todos tomamos en materia de ahorro e inversión. Una primera aproximación a sus principales pautas y principios están recogidos en el siguiente decálogo:
1. Fórmate en materia financiera
No necesitas convertirte en una experta en bolsa, pero si has de saber cómo gestionar tu plata de manera eficiente. Ante un panorama económico que cambia con rapidez y donde el acceso a los servicios financieros es cada día más fácil, los riesgos están siendo transferidos a los ciudadanos. Por ello, has de procurarte un buen nivel de entendimiento de los productos, conceptos y riesgos financieros, de modo que puedas tomar decisiones informadas, saber dónde dirigirte en caso de requerir ayuda y adoptar otras acciones efectivas para mejorar tu patrimonio personal.
Uno de los conceptos que las mujeres han de saber sobre finanzas es el valor del capital. Cuando se habla de inversiones, a menudo el diálogo se circunscribe a la parte tangible (ie, cuánto cuesta determinada acción en la bolsa), descuidándose que tu –como persona- también eres un activo, respecto al cuál debes preocuparte por incrementar su valor. Por ejemplo, al invertir en clases, tutorías o talleres de cultura financiera, estarás mejorando tus competencias y conocimientos, ergo, aumentando tu valor personal.
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EL AUTOR
Sergio Torassa es MBA por IESE Business School de España y Máster en Dirección de Empresas Turísticas por la Universidad Autónoma de Madrid/La Salle International Graduate School. Es Economista y Chartered Accountat. Fue Profesor de Finanzas Internacionales de la Universitat Pompeu Fabra, Barcelona-España. Tiene más de 25 años de experiencia en el sector financiero y empresarial, adquirida en posiciones de alta dirección en instituciones en Reino Unido, España, Latinoamérica y Ecuador. Actualmente es socio de Diagnóstico & Soluciones, consultora especializada en reestructuraciones empresariales, con sede en Barcelona, España.